Es como si una decisión arbitraria de nuestro obispo de cerrar la parroquia de S. Andrés en nuestro barrio de S. Francisco hubiera desencadenado un proceso lleno de vida y de interés.
Hacemos un poco de memoria: comenzamos teniendo unas sesiones de fotografía recordándonos nuestra historia, lo que ha convocado a un grupo numeroso de gente del barrio. Se han propuesto unas conferencias de gran interés y las reuniones llamadas por nosotros como “Un Evangelio más cercano”, nos permiten sentir en silencio y expresar y compartir libremente nuestra experiencia cristiana.
Hemos invitado a nuestro barrio a diferentes amigos que han producido unos encuentros muy significativos, que nos han abierto las puertas y ventanas de otra forma de hacer Iglesia por la que nosotros queremos seguir:
Enrique de Castro, el cura de Entrevías (Madrid), Benjamín Forcano, el cura del obispo Casaldáliga que nos invitó a disfrutar de la “Misa de la Tierra sin males” que se celebrará en Salamanca el día 9 de Octubre, domingo.
El tercero de los encuentros ha sido este mes de agosto, cuando nos han visitado un grupo de las Comunidades Cristianas Populares - se han encontrado este verano en el Seminario de Corbán, convocados de toda España: Manolo , de Sevilla; Fuensanta, de Murcia y Carmen, de Madrid- quienes compartieron las experiencias de su recorrido, su proceso para ir dejando de ser “monaguillos” - expresión suya que refleja el recorrido de 30 años en algunos grupos cristianos y de acción social- y que puede ser el nuestro; seguimos firmes en sostener, por un lado, la exigencia de respeto por parte del obispo quien creemos que ha perdido la oportunidad ( ¿o todavía no?) de encontrarse con un grupo que como ciudadanos y como creyentes ofrece una interesante historia de la Iglesia tejida con la evolución y la lucha social, con el compromiso ciudadano. Nuestro resumen del encuentro: crecer para ser adultos en la fe. Y esto ¡nada que ver con una iglesia paralela!
Nosotros no hemos abandonado esa lucha por el respeto y por los derechos, ¡lástima que a nuestro obispo no le lleguen palabras como ”mantente conciliador…en los pleitos”! (Mateo, 5,25)
Nos parece que su actitud no sabe liberarse de la mentalidad de monopolio de lo religioso: “Estoy para gobernar”-nos dijo. ¡Pues claro! Pero no en régimen de monopolio. En esto el Evangelio sí que dice cosas.
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